Mirinda Films, acaba de cumplir 18 años y es mucho más que una simple productora cinematográfica; es un equipo comprometido con su pasión por la profesión y la creatividad. En el centro de su filosofía está el amor por lo que hacen y la implicación transformada en energía que ponen en cada proyecto, sin importar su magnitud.
Mónica Tadeo, CEO y socia fundadora y Javier Gálvez, CEO y socio fundador de Mirinda Films
Desde el principio, se dedican a pensar, planificar, investigar y diseñar cada producción con el objetivo de hacerla viable y más grande. Con una mentalidad perseverante y testaruda, han construido una empresa que se enorgullece de disfrutar cada trabajo que realizan. Su equipo está compuesto por directores talentosos y profesionales apasionados que trabajan en conjunto para superar cualquier desafío. Como productora de productores, se esfuerzan por proponer siempre al mejor director y al mejor equipo para cada proyecto. Su lema es sentirse orgullosos de cada producción e invitan a todos aquellos que compartan su espíritu a unirse a su familia cinematográfica.
Hablamos con Mónica Tadeo, CEO y socia fundadora y Javier Gálvez, CEO y socio fundador de Mirinda Films.
¿Cuáles son vuestras claves principales para llevar a cabo cada producción con el objetivo de hacerla viable?
Lo realmente importante cuando iniciamos una producción es detectar dónde debemos concentrar recursos para que ese proyecto crezca. Hay veces que está muy claro: por ejemplo, si la creatividad se basa en humor-acting reforzamos, obviamente, la partida de casting y actores, pero teniendo claro que todos los departamentos son esenciales, por lo que hay que buscar soluciones imaginativas para que toda la producción esté a la altura de esos actores, que son, de alguna manera, las primeras piezas del puzzle. Otras veces no está tan claro y hay que dar muchas vueltas para que todo encaje perfectamente. Pero, evidentemente, hay que partir de una base que lo permita y es importantísimo contar con el talento tanto del equipo técnico como con el del equipo de agencia y anunciante para montar, entre todos, ese gran puzzle.
¿Podéis definir en qué se basa vuestro espíritu de trabajo como productora?
La clave siempre está en la ilusión, la profesionalidad, la responsabilidad, el respeto, la búsqueda de la excelencia, el trabajo en equipo y las ganas, muchas ganas. Sin estas premisas es imposible trabajar en esta profesión. Añadiríamos sentido común y cierto grado de locura creativa que desequilibre a ese sentido común.
¿Cómo es vuestro enfoque para la colaboración conjunta entre directores y otros profesionales del cine publicitario?
En toda colaboración partimos siempre del respeto mutuo por el trabajo del otro, el valor de la profesionalidad y el del compromiso. Nos gusta pensar que Mirinda actúa como el “pegamento” que, desde la empatía, consigue unir talento para hacer crecer los proyectos. Tal vez es un enfoque muy emocional, pero es el que nos hace siempre avanzar.
¿Habéis experimentado algún momento particularmente memorable o desafiante en vuestra evolución como compañía hasta ahora?
A lo largo de estos años 18 años hemos vivido momentos muy emocionantes y especiales que forman parte de la historia de nuestra productora y también de nuestra historia personal. Más que con un momento concreto nos quedamos con toda la gente maravillosa que hemos conocido; gente fiel al proyecto de Mirinda que nos ha acompañado en diferentes etapas. Ellos/as saben quiénes son. Sólo por eso montar Mirinda ya ha valido la pena.
¿Qué proyectos o piezas audiovisuales (publicitarios o no) destacaríais en los que hayáis participado a lo largo de estos 18 años?
Javier: la verdad que, por suerte y gracias a la profesión, tenemos muchos proyectos a destacar, pero si me tuviera que quedar con uno sería con “El pueblo en el que nunca pasa nada” de Shackleton para Conect. Fue un proyecto que, en su momento, tuvo mucha repercusión y que resume muy bien el espíritu de Mirinda. Aún no existían la RRSS tal y como las entendemos y, seguramente, ahora sería un proyecto más, pero en aquel momento fue un proyecto top. Tanto la creatividad, como el diseño de producción y la realización lo hicieron muy especial. Y nos unió de por vida al pueblo de Miravete de la Sierra.
Obtuvo 8 leones en Cannes.
Otro proyecto muy especial fue la Red Bull Music Academy, a partir del cual establecimos con ellos una colaboración muy interesante que culminó con varios documentales que fueron emitidos en TV.
Mónica: me cuesta mucho elegir… Audi First Love de DDB fue para mí un regalazo de bienvenida tras tres meses muy duros en los que estuve de baja por una operación. No supe casi nada del proyecto y la sorpresa en el off line fue increíble. Un maravilloso regalo inesperado.
Y disfruté muchísimo preparando y rodando el spot de Loterías Sorteo Extraordinario de Vacaciones y también el de Precampaña de Navidad Asistente de voz y el de Los todólogos. Los tres de Contrapunto BBDO. La implicación de los directores, del equipo, agencia, anunciante, actores…fue espectacular. Siempre suele serlo, pero en estos proyectos aún lo fue más y creo se nota en el resultado. ¡O por lo menos yo lo percibo así!
¿Podéis compartir algún proyecto reciente en el que estéis trabajando o que hayáis lanzado recientemente?
Hemos trabajado últimamente en varias campañas de Contrapunto BBDO para Jazztel y ha sido ejemplo de un gran trabajo en equipo con agencia y anunciante.
Creemos que el Premio Ondas mejor Publicidad en Radio que recibieron fue un reconocimiento muy merecido a ese buen trabajo realizado. Nos alegramos muchísimo por ellos y estuvimos felices de ser, en parte, partícipes. Gorka fue muy generoso nombrándonos en la entrega de premios. Un momento muy emocionante.
¿Cómo veis el futuro de Mirinda como productora?
Vemos el futuro con optimismo y curiosidad, pero también con cierta inquietud. Somos optimistas por naturaleza y la IA, este nuevo participante en el tablero de juego, despierta nuestra curiosidad, como suponemos le está sucediendo a todo el mundo. Va a modificar muchos procesos de producción y, sobre todo, de postproducción. Seguro que está aportando ya cosas geniales y otras, tal vez, no tan buenas, pero esperamos que pesen más las primeras.
Estamos más que dispuestos a lidiar con los elementos que actualmente amenazan esta profesión, pero no podemos dejar de sentir inquietud porque la industria de la producción lleva unos años sin ser un negocio rentable, y todos sabemos que la supervivencia de una industria sin unos mínimos beneficios es altamente complicada.
Pensar en el futuro siempre resulta fascinante y esperamos que el nuestro siga siendo asombroso, como lo han sido estos primeros dieciocho años. Elegimos el nombre de Mirinda porque tenía, para nosotros, una connotación sentimental y lúdica, pero además proviene del esperanto y, descubrir su traducción, nos acabó de enamorar. Esperamos un futuro Mirinda.
