Tras la aprobación del Real Decreto-Ley 5/2022 sobre la reforma laboral, nuestro sector se vio muy afectado porque se marcaba el final de los contratos por obra, esto supuso que fuera uno de los elementos que más preocupa a toda la industria, la intermitencia.
Junto con nuestra gestoría, Nieto Pretel, hemos actuado de forma muy intensa para visibilizar la realidad práctica del sector de la producción audiovisual y la cultura ante el Gobierno y lograr una solución.
Se ha trabajado de manera unida y coordinada con las asociaciones representativas del resto de sectores culturales. Se expuso al Gobierno central y a varios grupos parlamentarios, las durísimas consecuencias que sufriría el sector de la cultura y el audiovisual si no se encontraba una alternativa.
El resultado fue la creación de un nuevo régimen de contratación con una modalidad específica: El contrato laboral artístico, de duración determinada y que atiende a las necesidades específicas de un sector que se caracteriza por la temporalidad y la intermitencia de su actividad.
La regulación anterior no contemplaba a los técnicos y técnicas, otro de los cambios importantes es la adaptación es que estas nuevas medidas se extienden a todos ellos. Se ha incorporado a la relación laboral especial de las actividades técnicas y auxiliares, donde se les reconoce todos los derechos a un colectivo que se ha visto afectado por la contratación como falsos autónomos.
En el ámbito de la Seguridad Social, se ha establecido que los profesionales de la cultura quedarán exentos del desincentivo incluido en la reforma laboral para los contratos que duran menos de 30 días.
La nueva norma permite «modernizar y ampliar» el concepto de actividad artística haciendo referencia a «las actividades culturales en el ámbito de las artes escénicas, audiovisuales y musicales», lo que elimina «el viejo concepto de artistas en espectáculos públicos».
Desde 1985 no se había hecho un esfuerzo tan contundente para adaptar la legislación laboral y de seguridad social a la actividad cultural.
Las administraciones han entendido las singularidades de la industria audiovisual y eso ha sido posible gracias al esfuerzo y la unión de las asociaciones y comisiones interministeriales que han trabajado para que contacten con la realidad de un sector que desconocían.