Creast es una consultora medioambiental especializada en la industria audiovisual que busca reducir la huella de carbono que producen las actividades del sector.
La compañía se define como “la solución definitiva para gestionar la sostenibilidad de las producciones de cine, TV, publicidad, eventos, campañas de distribución de cine, salas de exhibición y demás actividades de entretenimiento”.
Creast se consolida como patrocinador de la APCP, colaborando en nuestros eventos y ayudándonos a medir, reducir y compensar nuestra huella de carbono.
Hoy hablamos con Eduardo Vieitez, CEO; y Mamen Puyot, head of advertising de Creast sobre la compañía, sostenibilidad… y el futuro.
- Para quienes no conocen Creast, ¿cómo describirías en pocas palabras la esencia y el propósito de la compañía?
Creast es una empresa tecnológica que ayuda a empresas y profesionales del sector de la publicidad a calcular y reducir su impacto ambiental.
- ¿En qué mercados y sectores se han especializado? ¿Con qué tipo de clientes suelen colaborar?
Un equipo de profesionales dedicados toda la vida a la publicidad creamos Creast. Comenzamos a trabajar en la gestión de la sostenibilidad en nuestro sector, y hoy en día integramos varias áreas, todas dentro de la industria del entretenimiento. Publicidad, cine, campañas de distribución, salas de exhibición, televisión, eventos culturales, musicales, deportivos o de cualquier otra índole que nos congreguen. Colaboramos con la APCP y sus asociados, con las agencias de publicidad y con las principales marcas anunciantes. Movistar +, Amazon Prime Video o Disney + entre otras plataformas de contenidos. Trabajamos desde hace 4 años con Los Premios Goya o El Festival de cine de San Sebastián, platós como La Ciudad de la Luz, entre otros.
- Podrías compartirnos algunos de los proyectos más destacados en los que han trabajado recientemente? Algún caso de éxito que represente bien la capacidad de Creast.
Cada proyecto ha representado un desafío, adaptándonos a sus recursos y a sus necesidades específicas, lo que implica aportar soluciones de manera creativa y efectiva. Con cada uno, seguimos aprendiendo, mejorando, adaptándonos a las necesidades, lo que nos ha dado la oportunidad de desarrollar soluciones innovadoras como la que hoy presentamos. Hemos trabajado con la mayoría de grandes anunciantes, agencias y productoras. Todos los proyectos y clientes son igual de importantes para Creast.
- ¿En qué modo interviene Creast en las producciones y cómo es el proceso de trabajo? ¿Qué ocurre una vez que se ha medido el impacto generado?
Reducir, medir y compensar. Esas son las tres fases del proceso.
Para Reducir de una manera eficaz, es aconsejable nuestra intervención desde el momento que se aprueba la creatividad para hacer un plan de sostenibilidad adecuado a cada proyecto, que acompaña a la creatividad y al briefing que se comparte con las productoras a concursar. De esta manera las productoras pueden tener en cuenta las medidas que puede aplicar e incluirla en su diseño de producción.
Desde el momento que la producción se pone en marcha, acompañamos a la productora en todo el proceso para hacer más llevadera la carga extra que supone la gestión de la sostenibilidad, contribuimos buscando soluciones y resolviendo las necesidades.
Para la Medición, ayudamos a recolectar los datos para el cálculo del impacto ambiental y la estimación de las emisiones evitadas gracias a las buenas prácticas implementadas.
Una vez recibida la documentación e información que la productora nos facilita, realizamos la medición, elaboramos un informe de sostenibilidad documentando todo el proceso con toda la información que requieren nuestros clientes, conforme a las exigencias de los altos estándares en cálculo y reporting, como las normas ISO.
Gestionamos la Compensación de las emisiones que no podemos evitar, mediante un programa de compensación con garantías, por ejemplo, reforestando.
- ¿Cuáles son aquellos puntos que más se deben tener en cuenta para fomentar una producción responsable y sostenible?
Depende mucho de cada proyecto, creatividad y planteamiento de la productora. Pero generalmente tenemos que intentar reducir la movilidad de todo el equipo tanto como sea posible y escoger medios de transporte eficientes. El transporte es la principal fuente de emisiones en un rodaje. Podemos apostar por profesionales locales para no desplazarlos desde otras regiones, priorizar el tren sobre el avión en desplazamientos de larga distancia, planificar la ocupación de todas las plazas de los vehículos para reducir el número de vehículos necesarios para desplazar al equipo o tener en cuenta la distancia entre localizaciones como otro criterio más de cara a su selección.
Otra de las fuentes de emisiones que podemos mitigar es la energía, apostando por energías renovables cuando rodamos en plató o al escoger el estudio de post-producción, o al desplazar grupos electrógenos a localizaciones reales, intentando reducir el consumo de combustibles fósiles mediante acumuladores de energía, aunque sea de apoyo cuando su potencia no es suficiente para abastecer el rodaje.
Si garantizamos un catering saludable y elaborado con producto local y de temporada, una correcta gestión de residuos, alquilar materiales de arte o vestuario mejor que comprarlos, donar todo aquello que no se pueda conservar para su posterior reutilización o gestionar con eficiencia el consumo de agua, contribuimos a mejorar la sostenibilidad.
- La sostenibilidad es, cada vez más, un enfoque clave en la producción audiovisual, creándose incluso figuras especializadas dentro de las plantillas de rodaje que se encargan de esta materia. ¿Qué ventaja competitiva ofrece Creast al respecto? ¿Cuál es su seña de identidad?
Desde Creast creemos en la cultura de productora, cada productora tiene su señal de identidad, es como una familia con sus propias costumbres, que influyen en el resultado artístico. Esta identidad hay que preservarla. La sostenibilidad tiene que generarse desde dentro de la productora, no se puede imponer desde fuera. Igual que cada productora tiene sus productores ejecutivos, sus directores, trabaja con determinados jefes de producción o colaboran con ciertos directores de fotografía, debe formar gente de la casa en la gestión de la sostenibilidad o tener su “pool” de eco-managers de confianza, desarrollando un estilo propio en la gestión de la sostenibilidad acorde con la identidad de la productora.
Nosotros en ese sentido podemos ayudar formando perfiles, elaborando manuales corporativos de sostenibilidad adaptando la sostenibilidad a cada productora, presentando eco-managers, ayudando a lo largo de todo el proceso de producción al eco-manager, sugiriendo soluciones y buenas prácticas, y sobre todo ayudamos proporcionando un software para que calculen de forma rigurosa el impacto ambiental, la reducción de emisiones y elaboren informes de sostenibilidad que satisfagan las exigencias del cliente y de la regulación, reduciendo el esfuerzo dedicado por la productora a este proceso burocrático.
La tecnología es nuestra diferenciación, el desarrollo de un software propio es nuestra seña de identidad. El acompañamiento lo hacemos por ayudar a las productoras a mejorar su sostenibilidad, pero estamos convencidos de que pronto gestionarán solas este aspecto como cualquier otro dentro de la actividad de producción.
- El panorama publicitario y audiovisual evoluciona rápidamente con la inteligencia artificial y las nuevas tecnologías. ¿Cómo se está adaptando Creast a estos cambios?
En Creast llevamos 4 años desarrollando nuestro software de cálculo y reporting. En cuanto se abrió la oportunidad de explorar el campo de la inteligencia artificial para incorporar a nuestros procesos, nos dedicamos a ello con empeño.
Podemos decir que hemos encontrado un uso de inteligencia artificial “bueno”, que no genera polémicas.
Creast utiliza la inteligencia artificial para extraer de manera automática la información de los documentos de las producciones, guiones, órdenes de rodaje, ordenes de transporte, facturas, inventarios, etc. y traducirlos a indicadores de sostenibilidad sin que intervenga ninguna persona en este proceso.
Gracias a esta nueva aparición de la inteligencia artificial surge nuestro producto Básico o Basic.
- Cuéntanos un poco más sobre esta iniciativa, BASIC. ¿Cómo nace y hacia dónde va?
En Creast estamos trabajando continuamente con productoras y observábamos con frustración la incomodidad que supone la implementación de la sostenibilidad en los flujos de trabajo de producción. A pesar de haber una clara voluntad de mejorar la sostenibilidad de su actividad, es injusto que con timings y presupuestos cada vez más ajustados, las productoras asuman la responsabilidad de gestionar la sostenibilidad sin ayudas. Al final es tiempo que dedican a gestionar correctamente residuos, materiales, optimizar el transporte de los equipos o recolectar datos y se traduce en un gasto inesperado.
Con la irrupción de la inteligencia artificial decidimos desarrollar durante un año una solución muy sencilla y de bajo coste solo para productoras, ya que no necesitan los informes tan complejos que nos exigen clientes finales o agencias de publicidad.
Esta iniciativa consiste en que las productoras puedan cumplir con todas las exigencias regulatorias en materia de sostenibilidad sólo importando en Creast ciertos documentos, como órdenes de rodaje y transporte o facturas de bienes adquiridos (compra y alquiler de bienes por parte de los equipos de arte, vestuario, etc,.), por ejemplo. Nuestro software y la inteligencia artificial hacen el resto del trabajo. Con el mínimo esfuerzo, se consigue el máximo rigor en el cálculo de indicadores ambientales, ya que todos los resultados son verificables con norma ISO, como exige la nueva normativa CSRD.
- ¿Crees que los clientes y las marcas están realmente comprometidos con la sostenibilidad o sigue siendo un elemento más de branding? ¿Qué demanda el mercado en términos de producción responsable?
Cada vez son más los anunciantes comprometidos con la sostenibilidad, no solo de la propia compañía sino de todos aquellos trabajos que generan.
Muchos asumen un compromiso de base por principio y por estrategia empresarial. También porque es importante la lealtad de los consumidores y cumplir con las expectativas de la sociedad, porque sigue siendo una de las mayores preocupaciones sociales en la actualidad.
Estamos viviendo en estos momentos cómo las normativas a cumplir en materia de sostenibilidad comienza a afectarles y cómo el control sobre el green washing está empezando a regularse aumentando la presión sobre las compañías para que sean transparentes en sus prácticas y comunicación.
Las grandes marcas están impulsando iniciativas para ayudar a los proveedores a cumplir con el marco normativo relativo a sostenibilidad, a través de programas de capacitación, por ejemplo.
El mercado demanda a las empresas máxima transparencia, mayor responsabilidad no solo ambiental sino también social y ética.
- Desde tu perspectiva, ¿hacia dónde se dirige la industria audiovisual en los próximos cinco años con respecto a la sostenibilidad y cómo se transformará la producción?
Nosotros venimos de rodar publicidad durante muchos años. Amamos la buena publicidad, apreciamos las buenas ideas creativas, disfrutamos de una buena ejecución. Parte de nuestra misión es preservar el talento y el arte, implementar sostenibilidad en las producciones sin que se transformen, poniendo la sostenibilidad al servicio del arte y buscando la manera de ejecutar las ideas creativas y la visión del director de una manera más sostenible sin que su acabado cambie un ápice. En ese sentido esperamos que nunca cambie la producción desde un punto de vista artístico y creativo, o que cambie a mejor si es que tiene que cambiar.
Lo que sí estamos viendo es que se va a regular la sostenibilidad de toda actividad económica de manera muy estricta, con importantes sanciones si se incumple la ley. Se espera que entre en vigor la trasposición de la directiva europea CSRD (Corporate Sustainability Reporting Directive) muy pronto. El cumplimiento con esta directiva va a ser obligatorio para todas las empresas, de manera progresiva, comenzando las que tengan un mayor volumen de negocio. Habrá que compartir con la administración pública informes de sostenibilidad siguiendo un formato específico, incluyendo indicadores concretos. Esta obligatoriedad comenzará afectando a los anunciantes, las grandes empresas, pero pronto afectará a agencias de publicidad, sucursales de agencias multinacionales y grandes productoras de publicidad.
Al afectar a toda la cadena de valor de las empresas, aunque haya productoras que aún no estén obligadas a publicar informes de sostenibilidad, sí que pueden ayudar a los anunciantes y agencias de publicidad a obtener toda la información que necesitan en cuanto a sostenibilidad. De esta manera posicionarse como un proveedor sostenible y facilitar información de sostenibilidad se va a convertir en una ventaja competitiva para las productoras, aunque aún no estén obligadas por la regulación. Actuar de manera más sostenible ayuda a las productoras a mejorar su negocio.
