La Comisión Europea ha anunciado una Nueva Directiva, con el fin de que las empresas se comprometan a cumplir los tratados y convenios internacionales sobre sostenibilidad. Basándose en lo que denominan una “cadena de valor”, las compañías deberán hacerse cargo de las emisiones de varios tipos, según su alcance.
En primer lugar serán responsables de determinar y en caso necesario, prevenir, atajar o mitigar los efectos adversos de su actividad en emisiones indirectas (siendo estas las de alcance 3) y no, como hasta ahora, solo en las emisiones directas (emisiones de alcance 1) y las emisiones derivadas del consumo de energía (emisiones de alcance 2). Esto quiere decir que las campañas publicitarias entran dentro de esta cadena de valor y por tanto, se exigirá el cuidado de la huella de carbono.
Relacionado con esto último, Creast da un paso importante hacia la sostenibilidad con la automatización de la medición de la huella de carbono y apuntan: “A pesar de que la Nueva Directiva es muy clara al respecto, la medición de la huella de carbono de la producción no puede realizarse por parte del cliente final o empresa anunciante. Aunque se haga cargo del coste, siempre va a ser la productora quien tenga que invertir tiempo y esfuerzo en una tarea tediosa como es el cálculo del impacto medioambiental que, como ya hemos visto, va a ser Obligatorio por ley (de 2024 a 2028)”.Pero no solo se tendrán en cuenta los rodajes, sino que también los eventos. Creast pone como ejemplo su trabajo dentro de la hostelería, en concreto con la cadena Meliá. Sin embargo, este puede ser extrapolado a otras industrias.
La idea es poder crear eventos “carbono neutral”, algo especialmente complejo por la cantidad de celebraciones que se realizan. La empresa especializada dispone de la única calculadora que obedece con la norma Europea ISO 14067:2018 “Gases efecto invernadero. Huella de carbono de productos”, que entra dentro de las 5 calculadoras aconsejadas por Green the Bid.
De este modo, Creast confirma y asegura a sus clientes que ellos cumplen el cumplimiento de la huella de carbono sin necesidad de tener que solicitar ningún certificado de cumplimiento de la norma europea. Además, afirma que su modelo automático de huella de carbono ofrece reducción de costes, mayor regulación en las emisiones, propuestas innovadoras, alivio para el esfuerzo de los clientes, eludir la mano de obra y obtener un éxito mundial relacionado con los rodajes.
Por último, en la Nueva Directiva se establecen tiempos para su cumplimiento: la Comisión ha decretado que se les concederá un plazo a los países miembros de la Unión Europea. Estos están establecidos según el tamaño y facturación de las empresas, empezando por las más grandes en 2024 y terminando en pymes cotizadas en 2028.
Un artículo de Claudia Cabezas, con la colaboración de Belén Garau.
Fotografía: Pexels.