Ser sostenible ya no es una opción, sino una necesidad para cualquier organización que quiera tener un presente y un futuro, independientemente de su área o sector de actuación y su tamaño.
Lo estamos viendo de la mano de grandes marcas y en los mercados internacionales: la sostenibilidad como valor de referencia. Contar con prácticas sostenibles es algo cada vez más demandado por consumidores de todo el mundo, lo cual genera una adaptación de las empresas y el mercado.
La sostenibilidad empieza a integrarse ya no considerada como un añadido «green» sino como algo que debe estar presente en las políticas de desarrollo empresarial. Tras siglos en los que hemos atendido al crecimiento económico sin entender de otros parámetros, ahora toca reformular muchos esquemas y modus operandi, que a veces parecen imposibles. Las energías de los grandes conglomerados se dedican a estudiar cómo desarrollar nuevas formas de crecer mejor, de manera más sana para todos.
¿Cómo afecta al cine publicitario?
La publicidad es la voz de las marcas. Esta demanda de la ciudadanía y del consumidor final se refleja en el brief de las marcas y de las agencias, que son ejecutadas por las productoras en una pieza final.
Una parte fundamental es desarrollar ideas creativas para comunicar y potenciar practicas sostenibles. A su vez, estos mismos clientes (marcas anunciantes) piden trabajar con empresas que tengan integrados estos valores; siendo así un complemento a los suyos.
Desde las productoras de la APCP estamos notando esta creciente demanda principalmente de los clientes del norte de Europa, Reino Unido, Suiza y Estados Unidos. Por ello, como en el caso de nuestras productoras, creemos que es importante contar con un manual de buenas prácticas donde se incluyan qué procesos de sostenibilidad se aplican en la actividad laboral.
¿Ser sostenible sale caro?
En la APCP tenemos claro que no serlo sí que sale caro a largo plazo. Quizás en el corto plazo «podemos ir tirando» pero en un futuro no ser sostenibles, como la palabra indica, no nos hará sostenernos. ¿Por qué?
– Mirando la evolución del mercado, cada vez crece más la demanda de estas buenas prácticas, por lo que no ser sostenibles cierra puertas a futuros clientes.
– Es cierto que habiendo nacido en un modelo de desarrollo no sostenible, hacer el cambio supone un esfuerzo, también económico: implica invertir en nuevos recursos que a veces requieren de materiales con precios más elevados; necesita de tiempo y personal para reformular ideas, crear nuevos procesos y comunicarlos. PERO… estos materiales, una vez instaurados:
- duran más,
- cumplen con las exigencias de los clientes;
- y la integración de dichos valores como parte de la empresa genera practicas que ayudan a reducir, reutilizar y reciclar, las cuales también disminuyen los gastos y los costes.
Desde la APCP os animamos a dar el paso, hay simples acciones como organizar al equipo en vehículos compartidos para ir al set o una localización de rodaje; aliarse con empresas proveedoras que realicen prácticas sostenibles; o disponer de purificadores de agua en la oficina para animar a los trabajadores a que traigan su botella recargable; que pueden tener un gran impacto.