Islas de plástico que ocupan la extensión de Europa y Australia juntas, millones de muertes al año por respirar aire contaminado, megaincendios climáticos seguidos de olas de frío extremo, pandemias provocadas por zoonosis vinculadas a la destrucción de los ecosistemas silvestres, deshielo del Ártico, sequías extremas y graves inundaciones, caída en picado de la biodiversidad, agotamiento de los recursos naturales…
Así una larga lista de luces de emergencia que nos lanza la madre tierra, sabemos que algo debe de cambiar pero ¿por dónde empezar?
El cambio en nuestra industria empieza desde dentro. No podemos grabar un anuncio para decir que una marca es sostenible y en el proceso coger cinco aviones, usar kilos de plástico, etc. La forma en que trabajamos también debe ser sostenible.
La sostenibilidad se ha asentado como una de las cuestiones clave para conectar con las audiencias. En general, las compañías muestran su compromiso con el medio ambiente en su propia actividad, diseñando productos más respetuosos, eliminando el plástico y materiales semejantes o intentando conectar con los temas verdes del momento, como el pico de interés por la economía circular.
Pero ¿qué pasa con la publicidad? En términos publicitarios, lo habitual es que lo verde se convierta en la esencia del mensaje, de una manera o de otra. El compromiso verde se vende en el eslogan, soltando datos sobre compromiso o apostando por ciertas imágenes de recurso, como campos verdes o imágenes optimistas del océano.
Sin embargo, en un momento en el que el público mira con lupa todo cuanto hacen las compañías y rechaza de forma abrupta todo lo que suene a compromiso simplemente de palabra.
Quieren que las marcas sean auténticas en lo que dicen y hacen y eso implica que su publicidad diga verdades sobre todo lo que hacen con respecto al medioambiente, pero que también sea verde en su esencia, la producción de la misma. Es decir, no hay que prometer sostenibilidad o venderla, sino que hay que hacerla de forma real. Si eres una empresa sostenible, lo eres a todos los niveles.
Y eso también implica a la producción publicitaria. Los consumidores no quieren anuncios que hablen de respeto al medioambiente y de naturaleza, pero que después impliquen una huella de carbono brutal simplemente haciéndolos. Tiene que haber una cierta coherencia.
El consumidor cada vez más y mejor informado, sensibilizado, comprometido y decidido a actuar a favor del medio ambiente y contra la crisis climática, y hacer las inversiones necesarias para avanzar hacia una producción limpia y responsable con el planeta en lugar de seguir alimentando a los alquimistas de la propaganda comercial. Es hora de cambiar los hábitos de producción, no de ir a la esteticista a darse unos retoques eco.
En esta línea Wire and Plastic Products (WPP) ha puesto en marcha una estrategia para convertirse en uno de los primeros grupos de comunicación en emisiones netas de carbono cero por su publicidad en los medios.
Dentro de la cadena de suministro de Wire and Plastic Products (WPP), que representa la inmensa mayoría de las emisiones de la empresa, las dos fuentes más importantes son la producción de contenido publicitario y, lo que es más significativo, la ubicación de ese contenido en los canales de medios, desde la televisión y la prensa hasta la radio y en línea.
Las empresas reconocen cada vez más la necesidad de establecer objetivos basadose en la ciencia para alcanzar emisiones netas cero. Dado que Wire and Plastic Products (WPP) y su cadena de suministro representan una parte significativa de las propias huellas de carbono de sus clientes, su compromiso de llegar a cero neto para 2030 “ayudará a garantizar que los clientes puedan alcanzar sus propios objetivos”, afirman desde la compañía.
Si este problema ya ha sido detectado, asumido y abordado para su solución por WPP, una línea de acción muy favorable para las OTT, se encontraría en la investigación sobre la emisiones de estas empresas, y como reducir las mismas.
Antes que invertir en publicidad, hay que dedicar tiempo y esfuerzo a revisar los procesos productivos para detectar oportunidades de mejora, aplicarlas y esperar a tener los resultados para ver si es suficiente o si todavía podemos ser más eficientes, avanzar, reduciendo la huella de carbono y contribuyendo honestamente a la lucha contra la crisis climática.
En APCP, conocemos de sobra el problema: nos quedamos sin tiempo para salvar el planeta. Trabajemos juntos para frenar este contrarreloj. Cuidar la localización más preciada, está en nuestras manos.